Sin duda la instalación y mantenimiento de ascensores para distintas plantas de altura supone una de las principales soluciones tanto para mejorar la movilidad como para proporcionar una mayor comodidad y seguridad a la hora de poder salvar distintas plantas de altura.
Instalación y mantenimiento de ascensores para distintas plantas
Hoy en día es difícil concebir la construcción de un edificio de varias plantas de altura sin la instalación de uno o varios ascensores, de hecho existen normativas que regulan, en función de la tipología, la instalación de este tipo de elevador, tanto para garantizar una mejora en la calidad de vida de las personas como como herramienta para proporcionar plena accesibilidad.
Con la aparición de los ascensores unifamiliares, los cuales son elevadores muy similares a los convencionales pero con unas características y un precio más adaptado a una utilización particular, cada vez son más las viviendas unifamiliares, chalets, adosados, etc., de varias alturas que incorporan un ascensor como equipamiento.
En ambos casos y aunque la instalación de un ascensor supone una inversión inicial a tener en cuenta, es importante indicar que revaloriza el valor de la vivienda, incrementa sustancialmente las posibilidades de una venta más rápida así como la de un aumento en su valor en caso de ser necesario y que, además de proporcionar una gran comodidad en los desplazamientos cotidianos entre los distintas plantas de altura, supone un elemento de gran ayuda para aquellas personas que tienen problemas de movilidad.
Sin duda dos de las principales cuestiones que más nos plantean, a parte del coste, son el tiempo necesario para instalar un ascensor y en que casos es necesario contratar un contrato de mantenimiento y cuáles son sus condicionamientos.
Tiempo de instalación
Instalación y mantenimiento de ascensores para distintas plantas
Evidentemente el tiempo de instalación de un ascensor varía en función de las características del mismo. El número de paradas, la altura a salvar o el tipo de puertas son algunos de los condicionantes que afectan en este sentido.
Aun así, existe otro que tiene una mayor relevancia en el tiempo de instalación, y no es otro que si se dispone de un hueco ya habilitado para el ascensor, (en caso de edificios o viviendas donde en el momento de la construcción se tuvo en cuenta este aspecto), o es necesario realizar las reformas y trabajos auxiliares necesarios a tal efecto.
En el primero de los casos, cuando tenemos construido el hueco por donde se desplazará el elevador, la instalación del mismo es realmente rápida, apenas bastaran unos días para llevar a cabo las dos fases en las que se instala el elevador, parte mecánica y parte eléctrica.
En el segundo, se tendrán que coordinar todos los trabajos necesarios, comenzando por la fase de proyecto o estudio, la habilitación del hueco, la primera fase de instalación del ascensor, acabado de la obra auxiliar y la segunda fase de instalación, lo que puede llevar desde varias semanas a incluso varios meses de plazo en función de los trabajos necesarios y de su coordinación.
Contrato de mantenimiento de un ascensor
Otro de los aspectos importantes es el contrato de mantenimiento de un ascensor.
Es importante indicar que antes de la puesta en marcha inicial el ascensor ya tiene que tener suscrito un contrato de mantenimiento con una empresa debidamente registrada, la cual puede ser la que ha instalado el elevador u otra distinta.
En el caso de los ascensores instalados en viviendas unifamiliares, la periodicidad con la que se deben realizar las visitas para efectuar las revisiones de mantenimiento requeridas son sensiblemente inferiores, siendo la mínima cada cuatro meses en vez de cada mes o mes y medio del resto de ascensores instalados en edificios residenciales, públicos, etc.
Accesibilidad entre distintas plantas
Cuando se trata de proporcionar accesibilidad entre distintas plantas de altura es importante recordar que para que un ascensor sea considerado accesible, debe cumplir con una serie de requisitos específicos, los cuales pueden variar en función de si se trata de proveer de accesibilidad a un edificio de pública concurrencia o a una vivienda unifamiliar.
Entre estas consideraciones una de las principales son sin duda las dimensiones de la cabina del ascensor, donde la superficie útil necesaria para facilitar la entrada y salida de una silla de ruedas, debería ser de como mínimo de 1 metro de ancho por 1,25 de fondo, en el caso de entrada y salida por el mismo lado o en lados enfrentados, así como disponer de puertas automáticas correderas con un paso libre de como mínimo 80 centímetros.