Los ascensores monofásicos unifamiliares suponen una de las principales soluciones para salvar los diferentes desniveles de viviendas particulares de forma cómoda y segura, además este tipo de elevadores tienen un precio más asequible que los ascensores convencionales.
Hasta no hace muchos años, la instalación de ascensores monofásicos en viviendas de uso particular era algo al alcance de pocas familias, su alto coste tanto de instalación, como de mantenimiento y conservación, así como los requisitos de obra auxiliar necesarios, sin duda tenían mucho que ver en ello.
Actualmente podemos encontrar un tipo de elevador que se adapta a la perfección a su instalación en este tipo de viviendas, nos referimos a los ascensores unifamiliares.
Este tipo de ascensores, también conocidos por nombres como montacargas para personas, elevadores domésticos o con el anglicismo, home lifts, son estéticamente muy semejantes a los ascensores convencionales que podemos ver en comunidades de vecinos, hoteles., etc., de hecho, comparten muchos componentes además de que sus sistemas de seguridad son muy similares.
Entre las principales diferencias que encontramos con respecto al resto de ascensores tenemos su velocidad, la cual es de 15 centímetros por segundo, más o menos la misma con la que subimos las escaleras a un ritmo normal.
Lo que a priori puede parecer una desventaja, sin duda no lo es, ya que de esta manera, y entre otras ventajas, tenemos que los componentes son más sencillos y por lo tanto más económicos, es necesario un menor tiempo para su instalación, lo que también repercute en precio menor, las piezas de recambio son también más económicas, aprovechan mejor el espacio, las obras auxiliares para habilitar el hueco del ascensor son sensiblemente menores, su consumo es muy similar al de algunos electrodomésticos, no es necesario contratar un contador trifásico, etc.
Características principales de los ascensores monofásicos unifamiliares
Los elevadores unifamiliares están mejor adaptados para su instalación en casas o chalets que los ascensores convencionales, además, tienen unas características que se adaptan perfectamente a un uso particular, entre las que destacan principalmente:
- Salva recorridos de hasta 15 metros, el equivalente a unas cinco o seis plantas de altura, lo que engloba a la mayoría de viviendas particulares.
- Capacidad de carga de hasta 500 Kg.
- Velocidad máxima de 15 centímetros por segundo, aproximadamente entre 15 y 20 segundos por planta de altura.
- Dimensiones de cabina totalmente personalizadas, desde la mínima que sería la capacidad de una única persona, hasta dimensiones suficientes para albergar una silla de ruedas más un acompañante.
- Bajo consumo energético de entre 1,5 KW y 2,2 KW, con tensión de 220 V monofásico, la misma que podemos encontrar en la práctica totalidad de viviendas actuales.
- Foso necesario de entre 10 y 20 cm., en la mayoría de modelos, además la altura de la última planta puede tener un mínimo de 2,4 m. (Sin puertas en la cabina) y de 2,6 metros (Con puertas en la cabina), lo que permite su instalación sin tener que romper la cubierta para alcanzar la medida mínima.
- Decoración de cabina personalizable, con posibilidad de instalación de puertas o barreras fotoeléctricas en su interior.
- Posibilidad de diferentes sistemas de cierre para el hueco; Obra civil, chapa ciega o perforada y Vidrio de seguridad.
- Mantenimiento cada cuatro meses, mientras que en prácticamente todos los ascensores convencionales el mantenimiento se realiza de forma mensual, lo que repercute directamente en el precio del mismo.
¿Cuándo no debemos instalarlos?
A día de hoy, este tipo de ascensores monofásicos de velocidad reducida representan prácticamente el 95 por ciento de las instalaciones que se efectúan en viviendas unifamiliares.
Aun así, existen algunos casos en los que es más recomendable la instalación de un ascensor convencional u otro tipo de elevador. Si la vivienda tiene que salvar una altura de más de 15 metros, quizás un ascensor convencional sería mejor opción al disponer de una velocidad mayor.
Por otra parte, si tan solo se trata de una planta de altura, podríamos disponer de otras opciones para mejorar la movilidad, como, por ejemplo, la instalación de una silla salvaescaleras.
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